

Por ejemplo, podremos encontrar recogidos frescos, que mezclan trenzas de diferentes texturas y grosores, moños de bailarina que pueden estar pulidos o no, y coletas despeinadas y cardadas que aportan un toque de ligereza y restan seriedad. Así pues, los recogidos de novia para esta temporada dan el relevo, de forma muy acertada, a los estilos más tradicionales, abriendo una línea que apuesta fuerte por los looks de aspecto improvisado, para las novias que huyen de los estilos excesivamente rígidos y sofisticados para el gran día.


Este tipo de recogidos son los que se han visto en los desfiles de Chloè, Valentino, Nina Ricci o Marchesa, que han demostrado con sus propuestas que es la hora de los looks atrevidos y poco convencionales.


Sin embargo, si eres de las clásicas, no te alarmes, porque esta temporada sigue habiendo un discreto hueco para las apuestas más conservadoras. Los moños clásicos estarán al día, de la mano de los diseños vintage en los vestidos nupciales de esta temporada, que evocan la languidez y elegancia de principios de siglo. Así, los recogidos medios y altos, con velo o con apliques de joyería combinan de fábula con los nuevos vestidos de Rosa Clará y Pronovias, por ejemplo.