

Desde luego, una boda en otoño tiene un toque realmente romántico. ¿Desventajas? Según como lo mires, porque la clave está en convertir algo que podría ser negativo en algo positivo.
Por ejemplo, ¿que hace más frío? No te preocupes. Seguro que encuentras un montón de vestidos preciosos con manga tres cuartos, o incluso vestidos de novia con abrigo encima, que te puedes quitar después en el banquete. ¡Casi parecerá que llevas dos modelos diferentes! Además, si no hace calor, no se te correrá el maquillaje ni nada por el estilo. Y seguro que el novio, con traje y camisa, lo agradece.
¿Pocas horas de luz? Aprovecha el momento del atardecer y pídele al fotógrafo de la boda que haga algunas fotos originales con el atardecer de fondo. Lo dicho, de lo más romántico.
Además, cuenta con una ventaja. A partir de mediados de octubre y en noviembre, los precios de los restaurantes para el banquete bajan bastante, ya que hay menos bodas. Y no solo eso: si decides casarte en esta época, seguramente tendrás bastantes menos problemas a la hora de reservar en un lugar concreto. E incluso en la iglesia, en la que habrá más huecos para que puedas elegir el día y la hora que quieres.
¿Decidida a casarte en otoño?
Foto de mobology sujeta a licencia CC