Aunque no es una tendencia todavía muy implantada en nuestro país, las organizadoras de bodas o wedding planners empiezan a hacerse un hueco entre las apretadas y caóticas agendas de las novias. Sinceramente chicas, un consejo, es mejor que podamos trasladar todas nuestras ideas y nuestras frustraciones o estrés a un tercero imparcial que a nuestra pareja, madre, suegra hermana o cuñada en esos días en que todo, absolutamente todo, es una locura.


No me malinterpretéis, organizar una boda puede ser una cosa maravillosa y divertida, pero también tendrá momentos de tensión y en esos estaréis encantadas de contar con alguien experta en vivir la presión de ese tipo de cosas, alguien que conozca el mercado y que tenga los contactos para sacarnos de un imprevisto.
Lo habéis visto en muchas películas, y aunque la versión real no es del tipo señora fabulosa dando gritos con un pinganillo colgado en la oreja, las wedding planners que están trabajando en España son verdaderas profesionales de su sector.
Lo primero es desmontar el mito de que contratar una organizadora de bodas es caro. A ver, si estás mirando este blog, es que vas a casarte en breve o tienes pensado hacerlo algún día y estás fantaseando. Las dos opciones nos gustan, no te creas. Si es así, habrás calculado que una boda cuesta dinero y este solo será un pequeño gasto más para hacer que realmente tengamos el día más feliz de nuestra vida.
Además, podrán dar forma rápidamente a esa idea que ronda tu cabeza sobre tu boda ideal original y enseguida te guiarán por ese camino para que verdaderamente sea y única.
Te asesorarán en el estilismo de ese día dándote las mejores direcciones e incluso consiguiéndote mejores precios de los que tú podrías conseguir por tu cuenta.
Y estarán a tú lado haciendo su trabajo el día de tu boda mientras tú disfrutas del momento.
¿Os animáis?
Fuente Imagen Flickr.