

Los centros de mesa son elementos importantes a la hora de organizar nuestra boda ya que todos los invitados se van a fijar en ellos y además adornan un espacio donde se van a llevar a cabo comidas y largas charlas. Por tanto, no deben de ser demasiado grandes para que no estorben y se pueda hablar fácilmente con la persona que se tiene delante.
En primer lugar, los clásicos jarrones de cristal con flores siguen siendo muy recurrentes. Se pueden combinar con distintos colores y tipos de flores siempre respondiendo al estilo de la boda. Pero existen ideas también muy brillantes como varios botes de vidrio bonitos por cada mesa o utilizar porcelana blanca en diferentes formas ya que es muy elegante y se puede lograr un centro de mesa diferente.
Otras ideas muy originales son dos o tres libros por mesa apilados y combinados con unas pequeñas flores. También puedes decantarte por soportes de madera si se trata de una boda más rústica. Son sencillos y aportan calidad.


Diseños más creativos los encontramos en centros de mesas que consisten en una mini tetera de cerámica que guarda en su interior flores. La tapa se coloca a un lateral con un pequeño lazo de cinta y una joya de perlas brillantes.
Se pueden escoger los detalles que más os gusten. Por ejemplo, conchas o estrellas de mar que tengan como función ser una vela o centros de mesa que incluyan frutas como naranjas partidas a la mitad dentro de un envase transparente y a su alrededor algunas flores para apotar un toque muy natural.
Por lo general, el color más utilizados es el blanco y los tonos pastel ya que aportan serenidad y se pueden combinar con elementos más oscuros.