Pero no todas las novias del mundo se visten de blanco como ya sabréis, y muchas ni siquiera conocen al novio ni saben cómo es su rostro. Algo bastante imposible de creer para aquellas que hayan nacido en una cultura occidental.


Es lo que ocurre en las bodas indias. En estas últimas, los novios no se conocen ya que es el padre de la novia quien suele escoger al prometido de su hija. Y será también el padre de la novia quién pague todo el convite y quién aporte la dote.
Pero empecemos contando un poco cómo se desarrolla este rito nupcial en la India. Tres días antes de la celebración las hermanas, tías, primas y familiares de la novia comienzan a pintarle las manos y los pies con variopintos dibujos e ilustraciones con Henna. Símbolos que representan la felicidad, la fertilidad, el amor y la prosperidad e incluso símbolos de protección contra los malos espíritus.
El día de la boda la novia irá con el rostro cubierto hasta que se despose. Habrá dulces, dinero y huevos para simbolizar una vida dulce, fertilidad y prosperidad. Todas las ceremonias nupciales hindús incluyen rituales antiquísimos para evitar los malos espíritus. Después de los votos entre los novios y el padre del novio, el hermano de este último arrojará pétalos de flores sobre la pareja para augurarles felicidad eterna.


En cuanto a los vestidos, el novio utilizará bellos trajes bordados y utilizará un turbante sobre la cabeza, mientras que las novias se vestirán con "saris" en color rojo o en color rosa y se adornarán con tantas joyas como sea posible.
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