

El matrimonio de conveniencia: una tradición en muchas culturas
En muchos casos los novios no se conocían hasta el mismo día del enlace, lo cual era una verdadera barbaridad ya que la boda se convertía en una mera transacción entre las familias en la que únicamente se hablaba de dote y cosas similares. En otras tradiciones los novios se conocían desde pequeños y ya sabían que en algún momento serían marido y mujer porque eso era lo que estaba previsto en su futuro. Ese era el acuerdo al que habían llegado sus padres.
Todavía se sigue realizando
Aunque estas tradiciones han dejado de darse en muchas culturas en la teoría, la práctica nos demuestra que aún encontramos muchas parejas cuyo enlace viene marcado por los acuerdos de los padres. En países como China, Japón, la India y gran parte de África y los países árabes, los matrimonios concertados son muy comunes. La pregunta es, ¿puede funcionar un matrimonio concertado?. Supongo que la respuesta es que de inicio se trata solo de una convivencia pactada donde cada uno asume a la perfección el rol que le han impuesto llegando a querer con el tiempo a su pareja. Es este amor de convivencia o de compañía el que sin duda puede surgir y tal vez se consigue que las relaciones sean duraraderas sin muchos altibajos dado que todo el mundo es consciente de que se trata de un arreglo que marca la tradición y no de un episodio romántico. En el peor de los casos los novios (y sobre todo las novias) son obligados a realizar este tipo de matrimonios. Cuando esto ocurre de forma no deseada por alguna de las dos partes, tened por seguro que el resultado será desastroso y habitualmente para la parte más débil en estas sociedades, la mujer. Yo personalmente entiendo el matrimonio como una unión por amor desde el principio, pero creo que tampoco puede llevarse una las manos a la cabeza (siempre que sean consentidas) ante este tipo de situaciones de conveniencia dado que en nuestra propia sociedad las hay aunque no bajo el nombre de matrimonios concertados, ¿no os parece?