Aunque es el sueño romántico de muchas parejas, en nuestro país está prohibido por ley celebrar una boda completa en las playas. Por eso, existen tres tipos de alternativas para los novios que están decididos a casarse junto al mar.
Una posibilidad parcial sería la de realizar la ceremonia tradicional en una iglesia o juzgado, y que el convite posterior se celebre en un salón de banquetes pegado al mar, y con acceso directo a la playa. Obviamente, se pierde un poco la esencia, pero no conlleva ningún tipo de gastos extras. Otra opción, la más deseada, es hacer la boda completa en el arenal: como hemos dicho, en España no está permitido, pero si se dispone de fondos siempre existe el recurso de celebrar el enlace en playas de otros países donde sí puede hacerse, aunque salga mucho más caro.
También se puede alquilar un chiringuito, de manera que el banquete se desarrolle en plena playa, aunque en estos lugares se permite un máximo de 60 invitados, y se pierde la intimidad.
La alternativa de boda playera más común en España es casarse en el juzgado o en una iglesia, y luego realizar otra ceremonia simbólica a la orilla del mar. El banquete puede realizarse en algún hotel o restaurante cercano, o a bordo de un barco. Si eliges esta opción tendrás que pagar por los permisos a las demarcaciones de Costas de la playa donde se celebrará el matrimonio